El cabello y el invierno, problemas más comunes
Si bien el verano es la temporada más agresiva para nuestro cabello el invierno también tiene sus bemoles. La lluvia, el viento, la humedad de algunas regiones o la sequía de otras afecta nuestra cabellera, haciéndola lucir menos armoniosa y dificultando el peinado.
Si bien vosotras notaréis cambios en el cabello al comenzar los meses de frío, especialistas en el tema han detectado tres síndromes básicos que sufre el cabello durante el invierno.
El primero de ellos es el Síndrome del Pelo Sahara, un mal que aqueja a quienes viven en la zona centro peninsular. Hablamos entonces de un cabello que se quiebra, luce crespo y está seco, consecuencia de los cambios fuertes de la temperatura exterior e interior. Factores como la calefacción y el secador agudizan el problema pues el cabello se deshidrata aún más cuando las temperaturas de la época se combinan con ellos.
Un segundo síndrome detectado es el del Pelo Triste, problema que aparece en quienes viven en la zona de Galicia, Asturias y País Vasco debido a las grandes lluvias, a la ausencia de sol y a la humedad. Las consecuencias más visibles son las melenas opacas, con ausencia de brillo.
Y por último tenemos al Síndrome del Pelo Gorro que, como su nombre lo indica, se debe al uso excesivo de gorros y sombreros. Si bien este mal puede afectar a personas de todas las regiones, es común que esté presente en lugar de muy bajas temperaturas, como los Pirineos o la zona del Cantábrico. En estos casos, el cabello no tiene volumen y luce algo graso y chato, también está estático en las puntas. Esto se produce porque los gorros y sombreros provocan una mayor sudoración, ensuciando el cuero cabelludo y secando las puntas que permanecen a la suerte del clima.
Vía: Mundo Belleza
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