Cómo evitar comerse las uñas
Cuando tenía 9 años me comía las uñas y aunque no recuerdo cuánto tiempo me llevó dejar de hacerlo sí recuerdo las reprimendas de mi madre y los sucias y vulgares que parecían mis manos entonces. Una verguenza. Hoy no me como las uñas pero si estoy nerviosa las muerdo un poco y jamás puedo tenerlas muy largas. Limpias, cortas y con buena forma, eso sí. Pero, ¿cómo evitar no comerse las uñas?. Bueno, no es algo fácil esto de pelear contra la onicofagia, así se llama el hábito de comerse las uñas compulsivamente por la ansiedad o el estrés, pero es un deber pues es algo que trae problemas de apariencia, problemas a la hora de relacionarse o también a la hora de conseguir trabajo. Además, es una cuestión de belleza.
Por ende, si te comes las uñas trata de implementar estos consejos:
- Usa uñas postizas mientras por debajo de ellas las uñas naturales crecen sanas y fuertes.
- Coloca laca con sabor amargo (también en las uñas postizas pues se trata de dejar un hábito).
- Trata de reemplazar el hábito por otro (por ejemplo, ten a mano una pelota anti estrés)
- Siempre ten a mano una lima de uñas, una laca o un corta uñas para evitar tentaciones.
- ALos psicólogos recomiendan mantener ocupadas las manos cuando la tentación es grande (pelar papas, limpiar y ese tipo de cosas).
- Coloca tiritas en los dedos para proteger las uñas
- Ten una fotografía de unas manos cuidadas y hermosas pegada en el espejo o en un lugar siempre visible. A quienes se comen las uñas les agradan las manos hermosas y la envidia puede ser la gran promotora del cambio.
Bien, que como esto de comerse las uñas es producto de una ansiedad mal controlada o del estrés diario la solución definitiva pasa por la mente así que hay que ser fuertes y querer cambiar. ¡Mucha suerte!